👉 “El Barça se desinfló en la segunda parte: Pedri y Eric García lo mejor en un duelo marcado por el plan de Luis Enrique”

✍️ Extracto:

El Barça arrancó con energía en Champions, pero se apagó tras el descanso. Lamine solo brilló al inicio, mientras que Pedri y Eric García fueron lo más destacado. El PSG, con Nuno Mendes y Hakimi a gran nivel, ejecutó a la perfección la estrategia de Luis Enrique pese a las bajas.


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El FC Barcelona volvió a dejar sensaciones encontradas en la Champions. Durante el arranque del partido, el equipo azulgrana mostró un fútbol dinámico, liderado por la chispa de Lamine Yamal, pero el ímpetu duró poco. A partir del minuto 15, el joven canterano fue neutralizado por la defensa del PSG y desapareció del protagonismo que se le intuía en los primeros compases ⚡.

El Barça se desinfló claramente en la segunda parte. La presión alta del PSG y el desgaste físico fueron demasiado para un equipo que sigue mostrando carencias cuando se trata de mantener la intensidad en el máximo nivel europeo. Una vez más, la diferencia entre el inicio prometedor y el tramo final fue abismal.

Entre los blaugranas, Pedri y Eric García merecen un capítulo aparte. Pedri volvió a ser el faro del equipo en el centro del campo, ofreciendo pausa y calidad en momentos en los que el Barça parecía perder la brújula. Supo asociarse, girarse y encontrar líneas de pase, aunque sin la compañía necesaria para que su trabajo se tradujera en dominio real. Por su parte, Eric García firmó uno de sus mejores encuentros con el Barça: atento en las coberturas, serio en los duelos individuales y con una salida de balón correcta que alivió en varios tramos.

En el otro lado del campo, el PSG brilló por la solidez y el orden de sus laterales. Nuno Mendes fue un tormento constante por la banda izquierda 🌪️, subiendo y defendiendo con la misma intensidad, clave para cerrar las vías de Lamine. Achraf Hakimi, con su despliegue físico y capacidad para elegir los momentos de romper, fue igual de determinante tanto en defensa como en ataque. Ambos fueron un dolor de cabeza constante para el Barça.

El gran mérito del conjunto parisino estuvo en la gestión táctica de Luis Enrique. Pese a contar con bajas importantes, el técnico asturiano planteó un partido inteligente: anuló la principal amenaza rival, controló los tiempos y supo cuándo apretar y cuándo enfriar el ritmo 📊. Su lectura fue impecable, permitiendo que el PSG creciera a medida que el Barça se venía abajo.

El contraste quedó claro: mientras el PSG se agigantaba tras el descanso, el Barça mostraba falta de ideas, profundidad y energía. Xavi no encontró revulsivos desde el banquillo y el equipo se vio superado en todos los aspectos claves.

En definitiva, el duelo dejó dos lecturas: el Barça todavía está en construcción, con jóvenes que brillan por momentos pero sin la regularidad necesaria; y un PSG sólido y competitivo, capaz de imponer respeto europeo incluso con ausencias. Una lección de Champions que refuerza a Luis Enrique y deja al Barça con más preguntas que respuestas.

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