Durante años, la ranura para tarjeta microSD fue un imprescindible en casi cualquier smartphone. Permitía ampliar el almacenamiento fácilmente, pasar fotos y vídeos de un dispositivo a otro sin depender de cables o nubes, e incluso mantener datos a salvo al cambiar de móvil. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de fabricantes han decidido prescindir de ella. ¿Por qué?
1. Mayor apuesta por el almacenamiento interno
Los fabricantes han aumentado considerablemente la capacidad de memoria interna de los móviles. Hoy en día es común encontrar modelos básicos con 128 GB o incluso 256 GB, lo que, en teoría, debería ser suficiente para la mayoría de usuarios. Esto les permite simplificar el diseño, mejorar la resistencia al agua y optimizar el rendimiento al no depender de tarjetas externas más lentas.
2. Rendimiento y velocidad
Las memorias internas UFS de última generación son mucho más rápidas que la mayoría de tarjetas microSD del mercado. Al eliminar la ranura, los fabricantes garantizan que todas las apps y archivos funcionen con la máxima velocidad posible, evitando problemas como ralentizaciones o errores de lectura.
3. Diseño y resistencia
La tendencia hacia móviles más delgados y resistentes al agua también ha influido. Quitar la ranura para SD facilita la fabricación de cuerpos unibody, con menos puntos de entrada de polvo o humedad.
4. El guiño que todos pensamos…
Aunque oficialmente la excusa sea el rendimiento y la resistencia, muchos sospechamos que hay un motivo extra no declarado: si no puedes ampliar el almacenamiento, tarde o temprano te quedarás sin espacio. Y cuando eso ocurra —sobre todo ahora que las apps son cada vez más pesadas y las cámaras graban fotos y vídeos de mayor calidad y tamaño—, la “solución” más sencilla para muchos será comprar un nuevo móvil. Esto, sin duda, beneficia a los fabricantes.
5. Alternativas para suplir la ausencia de SD
Si tienes un móvil sin ranura para tarjeta microSD, todavía puedes ampliar su almacenamiento de otras formas:
- Servicios en la nube como Google Drive, OneDrive o Dropbox.
- Memorias USB OTG que se conectan directamente al puerto del móvil.
- Discos duros inalámbricos para guardar y acceder a tus datos sin cables.
En definitiva, la desaparición de la tarjeta SD es una mezcla de avances técnicos, diseño… y quizá un toque de estrategia comercial. Puede que no volvamos a verla de forma masiva, pero siempre quedarán alternativas para quienes necesitan más espacio sin cambiar de móvil.