Cuando se habla de baloncesto en estado puro, de inteligencia táctica y ejecución impecable, pocos equipos encarnan esos valores como los Boston Celtics de la temporada 1985-86. Liderados por una de las tripletas más icónicas de todos los tiempos —Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish— y con una plantilla tan profunda como versátil, este equipo construyó una temporada legendaria que aún hoy sirve de referencia.
Temporada regular: fortaleza en casa y dominio colectivo
Los Celtics cerraron la temporada con un impresionante récord de 67‑15, pero lo más asombroso fue su dominio en el Boston Garden, donde lograron un 40‑1 como locales. Simplemente, ningún equipo pudo con ellos en casa.
La llegada de Bill Walton desde los Clippers fue clave para apuntalar el banquillo. El veterano pĂvot, pese a su historial de lesiones, logrĂł disputar 80 partidos y fue premiado con el galardĂłn al Mejor Sexto Hombre del Año.
El entrenador K.C. Jones supo manejar un equipo plagado de talento, haciendo gala de un baloncesto coral, táctico y muy fĂsico. La combinaciĂłn de experiencia, juego en equipo y dominio interior los hizo temibles en ambos lados de la cancha.
Playoffs: un muro para cualquier rival
En postemporada, los Celtics mantuvieron el mismo ritmo imparable. Barrieron a los Chicago Bulls de un joven Michael Jordan, derrotaron 4‑1 a Atlanta, y luego pasaron por encima de Milwaukee (4‑0), llegando a las Finales con solo una derrota en todo el camino.
Allà se enfrentaron a las temidas “Torres Gemelas” de Houston Rockets: Hakeem Olajuwon y Ralph Sampson. Pero ni ellos pudieron con el poder del frontcourt de Boston, que aplicó ayudas defensivas magistrales, dominio en el rebote y una lectura táctica superior. La serie finalizó con un 4‑2 a favor de los Celtics, y Larry Bird estuvo a un paso del triple‑doble de promedio en las Finales, firmando una actuación memorable.
Quinteto estelar y plantilla de lujo
El quinteto titular más frecuente de aquellos Celtics fue:
- Dennis Johnson (Base)
- Danny Ainge (Escolta)
- Larry Bird (Alero)
- Kevin McHale (Ala-pĂvot)
- Robert Parish (PĂvot)
Desde el banquillo, aportaron minutos de calidad jugadores como:
- Bill Walton (sexto hombre y referente interior)
- Scott Wedman (fiabilidad exterior)
- Jerry Sichting (base suplente con gran IQ)
- Rick Carlisle (sĂ, el actual entrenador de la NBA)
Una mezcla perfecta de talento, experiencia, sacrificio y entendimiento del juego que los convirtió en una máquina bien engrasada.
Legado: la esencia del baloncesto colectivo
Los Celtics del 85/86 no solo fueron campeones, representaron el baloncesto como debe jugarse: en equipo, con cabeza y con entrega. Su dominio en casa (40‑1), su profundidad de plantilla, y la sinergia entre estrellas y jugadores de rol los elevĂł a la categorĂa de leyenda.
Muchos entrenadores y analistas siguen poniendo a este equipo como ejemplo de cĂłmo construir una dinastĂa con identidad y juego colectivo.
¿Y tú? ¿Qué otros equipos consideras imbatibles?
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