Quincy Promes tenía todo para convertirse en un referente del fútbol moderno: velocidad, desequilibrio, gol, desparpajo… Un extremo puro, de los que te levantan del asiento con cada arrancada. Su historia, sin embargo, dio un giro dramático que terminó empañando una carrera que prometía llegar muy alto.
Primeros pasos: de Países Bajos al estrellato
Promes se formó en la cantera del Twente, donde ya mostraba ese perfil de atacante eléctrico y vertical. Su explosión definitiva llegó en el Spartak de Moscú, donde se convirtió en una auténtica leyenda del club. Fue el máximo goleador de la liga rusa en 2017 y lideró al Spartak hacia su primer título de liga en más de una década.
Rápidamente se ganó un puesto en la selección neerlandesa, y su nombre empezó a sonar con fuerza en el radar de los grandes clubes europeos.
Sevilla y Ajax: intentos de consolidación
En 2018, el Sevilla lo fichó, pero no logró asentarse en La Liga. Aunque dejó destellos de calidad, no fue el jugador determinante que se esperaba. Un año después, regresó a su país natal para fichar por el Ajax, donde tuvo un rendimiento mucho más sólido, marcando goles importantes y participando en grandes noches europeas.
Aun así, su progresión parecía estancada. Faltaba ese salto de calidad y continuidad que lo consagrara como uno de los mejores extremos de Europa.
Fuera del campo: descenso sin frenos
Todo cambió en 2020. La prensa holandesa filtró que Promes estaba siendo investigado por apuñalar a un familiar en una reunión familiar, un caso que terminaría en condena penal. A eso se sumó un escándalo aún mayor: su implicación en tráfico de drogas y crimen organizado, hechos por los que fue condenado a 6 años de prisión en 2024.
Mientras tanto, siguió jugando en el Spartak de Moscú hasta que su situación legal se volvió insostenible. Un futbolista que podría haber sido ídolo de generaciones, terminó siendo protagonista de una de las caídas más trágicas del fútbol reciente.
El «y si…» más amargo
Promes tenía el perfil perfecto para brillar en la Premier League o ser indiscutible en una selección con tanto talento como Países Bajos. Pero sus decisiones fuera del campo arruinaron por completo una carrera que iba camino a ser notable.
Un futbolista de nivel top que cambió la gloria por los titulares más oscuros.
¿Deberíamos hablar del siguiente? ¿Dele Alli, Mario Götze o Ravel Morrison? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
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