Hablar de Kameni es hablar de uno de los porteros más infravalorados del fútbol moderno. El camerunés llegó a España en 2004 al Espanyol, donde ya dejó claro que lo suyo bajo palos era talento puro. Sin embargo, fue en el Málaga de Champions donde muchos abrieron los ojos y reconocieron su verdadero nivel.
Durante la temporada 2012-2013, el Málaga CF vivió su época dorada bajo la batuta de Pellegrini, con figuras como Isco, Joaquín, Toulalan o Demichelis. Y en la portería, un Kameni que, aunque no fue titular indiscutible todo el año (se alternó con Willy Caballero en algunas fases), tuvo actuaciones clave en Liga y en Europa, demostrando reflejos felinos, personalidad y un juego aéreo que nada tenía que envidiar a los grandes.
Kameni no solo destacaba por sus paradas imposibles, también por su carácter competitivo y su liderazgo en el vestuario. Era un seguro cuando las cosas se ponían feas y rara vez se le vio cometer errores graves. Aun así, nunca tuvo el reconocimiento mediático que merecía, quizás por no jugar en un equipo «top» o por no tener detrás un aparato mediático que lo respaldara.
Después de su etapa en Málaga, su carrera siguió en Turquía y más tarde en Francia, pero para muchos siempre quedará esa imagen de Kameni sacando balones imposibles en La Rosaleda, en noches mágicas de Champions, como un recuerdo de lo que pudo haber sido si el mundo del fútbol fuese más justo con ciertos jugadores.
🔍 En resumen: Kameni fue un porterazo de manual, con nivel de élite, pero condenado al olvido mediático. Y por eso, hoy le damos el lugar que se merece.
Deja una respuesta