Hay preguntas absurdas que merecen respuesta. Una de ellas es: ¿quién ganaría una carrera entre el Correcaminos y Speedy González?
Ambos son iconos de la animación, ambos han humillado a sus rivales durante décadas, y ambos son tan rápidos que parecen imposibles de alcanzar. Pero claro, todo eso pasa en los Looney Tunes, donde la física es opcional.
¿Qué ocurre si bajamos este debate a la vida real, analizando al correcaminos como animal real y al ratón en el que se inspira Speedy? Vamos a descubrirlo.
El Correcaminos real: un velocista del desierto 🐦💨
El personaje de Warner Bros está inspirado en el correcaminos mayor (Geococcyx californianus), un ave que vive en zonas áridas de México y Estados Unidos.
- Corre sobre la tierra firme a velocidades de hasta 32 km/h.
- Es un cazador nato: persigue insectos, lagartos e incluso serpientes.
- Su cuerpo está diseñado para la carrera: patas largas, zancada amplia y una resistencia notable en trayectos largos.
En resumen, el correcaminos es un atleta del desierto, con velocidad y resistencia suficiente para mantener el ritmo.
Speedy González: el ratón más rápido… en la ficción 🐭⚡
Speedy es “el ratón más veloz de todo México”, siempre salvando a su familia de gatos y trampas. Pero en la vida real, un ratón doméstico (Mus musculus) dista mucho de ese récord:
- Su velocidad máxima es de unos 12–13 km/h.
- Corre en ráfagas cortas, útiles para escapar de depredadores.
- Se cansa rápido, porque su cuerpo está preparado para sprints, no para distancias largas.
O sea, un ratón puede acelerar rápido, pero su “superpoder” es la agilidad en espacios pequeños, no la velocidad en una recta abierta.
El duelo en la pista 🚦
Pongamos que organizamos la carrera en un escenario neutral:
- Una recta de 100 metros en medio del desierto.
- Sin atajos, sin trampas de ACME y sin túneles pintados en la roca.
El resultado sería contundente:
- Correcaminos: completaría los 100 m en apenas 11 segundos aprox.
- Ratón (Speedy): tardaría casi el doble, rondando los 28 segundos.
Incluso con un arranque explosivo, el ratón se agotaría enseguida y el ave lo dejaría comiendo polvo.
Conclusión: Beep Beep campeón 🚩
Aunque en los dibujos animados Speedy González parece imparable, la ciencia y la biología tienen la última palabra. En una carrera real, el correcaminos aplasta al ratón en velocidad y resistencia.
Así que ya lo sabes: en el mundo real, el “¡Ándale, ándale!” no tiene nada que hacer contra el clásico “Beep Beep”.
👉 Y ahora la pregunta es para ti: ¿a quién le apostarías en esta carrera imposible? Déjame tu respuesta en los comentarios y comparte este post con ese amigo que siempre defendía a Speedy.
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