Puede que haya miles de historias románticas en el cine, pero pocas nos tocan tan de cerca como la de Shrek y Fiona. No son perfectos, no siguen las normas de los cuentos clásicos, y quizás por eso mismo, son el ejemplo más real, tierno y honesto de lo que todos y todas quisiéramos vivir: un amor que no juzga, que evoluciona y que siempre elige quedarse.
Vamos película por película, porque cada una tiene una razón poderosa para enamorarnos (otra vez) de esta pareja.
🏰 Shrek 1: amor sin filtros ni finales esperados
Todo empieza con un ogro que solo quiere que lo dejen en paz. Pero cuando Fiona entra en su vida, Shrek se atreve a salir de su zona de confort, a mostrarse vulnerable y, sobre todo, a dejar que alguien lo conozca de verdad.
La escena clave: Shrek interrumpe la boda de Fiona y Lord Farquaad, se come su orgullo y confiesa lo que siente. Y lo más bello: Fiona elige quedarse como ogra, porque el amor no necesita transformaciones. Se aceptan tal como son. Punto.
🧪 Shrek 2: amor es cambiar el mundo por la otra persona
En la segunda parte, Shrek se enfrenta a lo impensable: la familia política. Pero eso no lo detiene. Se embarca en una misión épica para salvar su matrimonio, desafiando al Príncipe Encantador y la mismísima Hada Madrina.
Shrek se transforma en humano para encajar, pero cuando le ofrece a Fiona la posibilidad de quedarse así, ella responde con una de las decisiones más bonitas del cine animado: prefiere seguir siendo ogra con él, que humana sin él. 💥 Eso es amor real.
👶 Shrek 3: miedo, familia y confianza
Aquí la historia toma un rumbo más maduro. Shrek se asusta con la idea de ser padre (¿y quién no?), pero el foco está en que no huye. Lo enfrenta, lo procesa y finalmente acepta que formar una familia da vértigo, pero con Fiona a su lado, todo será posible.
No hay castillos ni hechizos, solo dos personas aprendiendo a crecer juntas.
⏳ Shrek 4: reenamorarse desde cero
Quizá la película más floja a nivel trama, pero con un giro emocional muy potente: Shrek pierde todo y debe volver a conquistar a Fiona desde cero. Y lo consigue. Porque aunque no recuerden su historia, el amor encuentra el camino una y otra vez.
Volver a enamorarse de la misma persona, incluso en otras circunstancias, es el resumen perfecto de lo que muchos quisiéramos vivir.
❤️ El amor más puro del cine… es entre un ogro y una ogra
Shrek y Fiona no son perfectos, y ahí está la magia. Su amor no necesita moldes, estereotipos ni finales de cuento, porque se construye con respeto, entrega, humor y aceptación. Es un amor de verdad, de esos que crecen con los años y no se apagan con los problemas.
¿Quién no querría un Shrek o una Fiona en su vida?
Deja una respuesta