El regreso de Michael Jordan a tiempo completo no solo devolvió la ilusión a Chicago, sino que convirtió a los Bulls en una de las escuadras más dominantes que se hayan visto sobre una cancha de baloncesto. Aquella temporada 1995-96 no solo supuso la recuperación del trono de la NBA, sino también un récord histórico que los consolidó como leyenda: 72 victorias y solo 10 derrotas en temporada regular, el primer equipo en superar la mítica barrera de las 70.
Una temporada para el recuerdo
Bajo la batuta del entrenador Phil Jackson, los Bulls firmaron un curso prácticamente perfecto. En casa fueron casi imbatibles (39-2), y a domicilio también dominaron (33-8), estableciendo récords que hasta entonces parecían imposibles. No sufrieron derrotas consecutivas hasta febrero y llegaron a encadenar rachas de 13 y 18 triunfos seguidos.
Jordan volvió a ser el mejor: líder anotador de la liga con 30,4 puntos por partido y elegido MVP de la temporada. Pero no lo hizo solo: Scottie Pippen aportó equilibrio y defensa, mientras que el recién llegado Dennis Rodman dominaba los tableros como nadie. El croata Toni Kukoč fue elegido Mejor Sexto Hombre, y el arquitecto en los despachos, Jerry Krause, fue reconocido como Ejecutivo del Año.
El equipo consiguió su victoria número 70 el 16 de abril en Milwaukee, y cinco días después cerraron la temporada con su 72ª ante Washington. El porcentaje de victorias (.878) superó incluso al legendario 69-13 de los Lakers de 1971-72.
El camino en los Playoffs
En postemporada, los Bulls confirmaron que no eran solo un equipo de temporada regular. Barrieron 3-0 a Miami, luego superaron 4-1 a Nueva York y arrasaron 4-0 a Orlando. En las Finales vencieron 4-2 a los Seattle SuperSonics de Gary Payton y Shawn Kemp, coronando su gesta con el anillo de campeón y el MVP de las Finales para Jordan, en una noche muy especial para él, ya que coincidió con el Día del Padre, en honor a su padre fallecido.
El quinteto imbatible
El quinteto titular habitual de aquellos Bulls estaba formado por:
- Michael Jordan (Escolta)
- Ron Harper (Base)
- Scottie Pippen (Alero)
- Dennis Rodman (Ala-pívot)
- Luc Longley (Pívot)
Además, contaban con una plantilla de lujo que incluía a jugadores de rol fundamentales como Toni Kukoč, Steve Kerr, Bill Wennington, Jud Buechler y Randy Brown. Un equipo equilibrado que combinaba experiencia, talento ofensivo, intensidad defensiva y profundidad de banquillo.
Legado eterno
Los Bulls del 95/96 marcaron un antes y un después en la NBA. No solo ganaron el campeonato, sino que impusieron un estilo de juego agresivo, eficiente y espectacular. Fueron el punto de referencia para todas las dinastías que vinieron después, y el inicio del segundo three-peat (1996-1997-1998) de la franquicia. Para muchos, el mejor equipo de baloncesto de todos los tiempos.
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