Tras el amargo desenlace en las Finales de 2016, donde dejaron escapar un 3‑1 frente a LeBron James y los Cavaliers, los Golden State Warriors decidieron no volver a quedarse cortos. ¿La solución? Incorporar a una superestrella: Kevin Durant. Con él, se consolidó uno de los núcleos más potentes jamás vistos, junto a Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. El resultado fue una máquina de precisión que combinaba alegría, eficiencia y una ejecución impecable.

Temporada regular: el arte del baloncesto moderno

Los Warriors finalizaron la campaña con un impresionante récord de 67‑15, liderando la liga en puntos por partido (115,9) y situándose como la segunda mejor defensa. Su diferencial de +11,6 puntos por encuentro dejó claro que dominaban en ambos lados de la cancha.

La clave fue el sacrificio y compromiso del equipo. Las estrellas compartieron el balón y aceptaron roles adaptativos para el bien común. Curry y Durant brillaban ofensivamente, Thompson castigaba desde el perímetro y Green era el pegamento defensivo que todo lo conectaba.

El estilo de juego basado en el movimiento de balón, spacing y triples llevó al equipo a redefinir lo que se considera “buen baloncesto” en la era moderna.

Playoffs: casi perfectos

El dominio no se detuvo en la fase regular. En playoffs, los Warriors barrieron 4‑0 a Portland, 4‑0 a Utah, y 4‑0 a San Antonio, llegando invictos a las Finales de la NBA.

Solo los Cleveland Cavaliers de LeBron lograron ganarles un partido. El balance final fue de 16‑1, el mejor porcentaje de victorias en una postemporada en toda la historia de la liga.

Kevin Durant fue elegido MVP de las Finales, promediando más de 30 puntos por partido y consolidando su papel como pieza clave del éxito. Su llegada convirtió a Golden State en un equipo prácticamente invencible, lo que desató debates sobre la competitividad de la liga… y también admiración.

Quinteto estelar y plantilla de lujo

El quinteto titular habitual de los Warriors 2016‑17 fue:

• Stephen Curry (Base)
• Klay Thompson (Escolta)
• Kevin Durant (Alero)
• Draymond Green (Ala-pívot)
• Zaza Pachulia (Pívot)

Desde el banquillo aportaban profundidad jugadores clave como:

• Andre Iguodala (veterano todoterreno y MVP de las Finales 2015)
• Shaun Livingston (base suplente con gran IQ y juego de media distancia)
• David West (experiencia interior)
• JaVale McGee (impacto físico bajo el aro)

Bajo la dirección de Steve Kerr, este equipo mostró cómo un grupo lleno de estrellas puede funcionar con armonía cuando el sistema está bien diseñado y el ego se pone al servicio del colectivo.

Legado: el molde del baloncesto moderno

Los Warriors de 2016-17 no solo ganaron, cambiaron la NBA para siempre. Su forma de jugar inspiró a franquicias, entrenadores y jugadores de todo el mundo. La prioridad del triple, el ritmo vertiginoso y la defensa versátil se convirtieron en el nuevo estándar.

Este equipo será recordado no solo por sus títulos, sino por haber elevado el juego a otro nivel. Un super equipo que no solo ganó, disfrutó haciéndolo y contagió al mundo con su estilo.

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