🍅 ¿Por qué en Italia se dice pomodoro y no tomate?

El tomate es uno de esos alimentos que hoy damos por sentado en nuestras cocinas, pero su historia está llena de curiosidades. Llegó a Europa desde América tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, y rápidamente se expandió por distintos países. Su éxito fue tan grande que se convirtió en base de platos icónicos, desde la salsa de pizza italiana hasta el gazpacho andaluz.

Lo llamativo es que, en la mayoría de lenguas, la palabra que lo nombra se parece mucho entre sí:

  • Español → tomate
  • Inglés → tomato
  • Francés → tomate
  • Alemán → Tomate
  • Portugués → tomate
  • Holandés → tomaat

Todas estas formas vienen de la raíz náhuatl xītomatl, que usaban los pueblos originarios de Mesoamérica. El nombre viajó junto con el fruto, y se quedó prácticamente intacto en gran parte de Europa.

Pero Italia fue la gran excepción. 🇮🇹

El origen dorado del pomodoro

Cuando los tomates llegaron al territorio italiano en el siglo XVI, los primeros ejemplares que se vieron no eran rojos como los conocemos ahora, sino amarillos. Aquella novedad sorprendió tanto que los bautizaron con un nombre distinto: “pomo d’oro”, que significa “manzana de oro”.

Con el tiempo, los tomates rojos se volvieron los más habituales en las mesas italianas, pero el nombre original ya había echado raíces en el idioma. Así, mientras el resto de Europa decía “tomate”, los italianos siguieron llamándolos pomodori.

Lengua, cultura y cocina

Este pequeño detalle etimológico demuestra cómo la percepción cultural puede moldear el lenguaje. En Italia, el tomate no solo fue visto como un alimento exótico, sino también como un símbolo casi precioso, de ahí la asociación con el oro.

Lo irónico es que hoy el tomate rojo se ha convertido en uno de los pilares de la cocina italiana, al punto de que resulta difícil imaginar una pizza napolitana, una pasta al pomodoro o una ensalada caprese sin él. Sin embargo, su nombre nos recuerda ese primer encuentro amarillo y dorado que marcó la diferencia con el resto de Europa.

Una excepción brillante

La rareza del italiano frente a otras lenguas también resalta cómo los idiomas evolucionan de manera distinta aunque partan del mismo origen. Mientras el resto conservó la raíz indígena “tomatl”, Italia creó un término propio que hoy es casi igual de universal: al fin y al cabo, ¿quién no ha escuchado la palabra pomodoro alguna vez?

Conclusión 🍝

El caso del pomodoro nos enseña que detrás de una palabra tan cotidiana se esconde una historia de viajes, descubrimientos y choques culturales. Y cada vez que la uses, recuerda que en ese nombre vive el recuerdo de aquellos primeros tomates amarillos que, para los italianos del Renacimiento, parecían auténticas “manzanas de oro”.

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